Mercadotecnia y consumismo.

 

Mercadotecnia y consumismo

por Roberto Gómez Álvarez

“Lo que posees terminara poseyéndote”

En algunas ocasiones me surgen una serie de ideas acerca de cómo es que todos tenemos esas tendencias hacia seguir lo que la mercadotecnia nos dicta, lo que me lleva a la pregunta ¿es realmente necesario todo lo que nos es mostrado en esta? Desde un punto de vista ético ¿realmente es un trabajo bien hecho?, o es solo una ilusión, desde otro punto de vista se podría decir que somos derivados de una obsesión por el estilo de vida, la publicidad nos hace codiciar autos, ropa y cosas, que posiblemente no sean necesarias, pero que al ver las imágenes de esto en la televisión o las revistas crean un efecto que pareciera narcotizarnos creando ilusiones de tener el objeto para ser aceptado dentro de determinado circulo social.

¿Hasta qué punto es ético el utilizar este tipo de imágenes o palabras para poder persuadir a las personas de consumir productos que en la mayoría de los casos son de precios excesivos? Algo peor de esto, es que a partir de ello se crea un “estatus social” donde valemos por lo que tenemos, pero no somos todas esas cosas, la mercadotecnia funciona de múltiples formas para promover sus productos valiendo se de las emociones de las personas.

Un ejemplo claro de esto es solo ver los comerciales de cerveza, en ellos vemos claramente un ejemplo: en uno de ellos podemos ver cómo es que una persona se ve rodeada de amigos todo parece felicidad mientras juegan domino de repente su pareja lo llama y este responde diciendo que está trabajando, luego de eso se aprecia como el anuncio dice “por los que se quedaron con los amigos” y todas las personas del bar celebrando con ese muchacho.

La forma en que se utiliza el mercadeo es al utilizar la sensación de aceptación por parte de las demás personas, pero no solo eso, se pueden apreciar desde perfumes con feromonas que presumen de tener el potencial de atraer a los hombre hasta una versión desodorante del mismo que promete exactamente lo contrario (atraer a las chicas) y algunos otros que prometen ser solución al problema de alopecia, pero rara vez se dice la verdad de estos artículo, como mencionaba anteriormente, no dicen lo que realmente pueden hacer o si es cierto dichas propiedades atribuidas.

Algunos de los factores que inducen a una persona a comprar un producto son las determinadas por el entorno sociocultural del consumidor, determinadas por el nivel socioeconómico, afectivos los cueles son determinados por el grado de aceptación o rechazo social o grupal por poseer o no un bien y la masificación la cual a medida que un producto es poseído por la mayoría de las personas se eleva la presión para que los que aún no lo tienen lo compren.

La publicidad en algunas ocasiones consigue convencer al publico de que un gasto es necesario cuando antes se consideraba un lujo, la predisposición que tenemos a usar y tirar un producto, la cultura y la presión social, son algunas causas del consumismo.

La creación de necesidades por parte de grandes industrias ha desarrollado una especie de masa mediática dentro la formación de grupos sociales, la cual se encuentra cegada por las apariencias y el ranking de clases sociales, en un mundo globalizado, el capitalismo y su creciente competencia, comienza a ganar mas aliados; en donde el consumidor se vuelve un producto mercantil en lugar de un benefactor de la creación innecesaria de los gigantes a quien no les interesa crear cosas para el bien común, la única meta es vender.

Algo paradójico sucede en nuestro país donde hay aproximadamente 50 millones de personas viviendo en pobreza y sin embargo hay registros de mas de 90 millones de celulares vendidos, En una sociedad de consumo las personas pueden cubrir sus necesidades básicas, por lo tanto van más allá y comienzan a comprar bienes y servicios que antes sólo podían comprar personas de mucho dinero, estos bienes llamados “duraderos”, van desde la lavadora hasta el automóvil, de ahí mi idea de que el numero de teléfonos celulares sea muy elevado en comparación con la población que pertenece a casi la mitad en el país.