“La supuesta imparcialidad de los medios” .

 

“La supuesta imparcialidad de los medios”

Gabriela Mejía Cruz.

Una de los puntos expuestos en el MEPC y en la mayoría de los códigos de ética de diferentes medios de comunicación es la imparcialidad. Muchos de estos se jactan de tenerla, pero es solo una máscara que utilizan para beneficio de algunos.

La Real Academia Española define la imparcialidad como: Falta de designio anticipado o de prevención en favor o en contra de alguien o algo, que permite juzgar o proceder con rectitud. Es decir, el tener algún tipo de predeterminación que favorezca o afecte a la persona o situación a juzgar al momento de tomar una decisión.

Una  vez conocido el concepto de “imparcialidad”, deberíamos preguntarnos si realmente tienen razón los medios en enorgullecerse de tenerla. ¿O será acaso que se cumple la famosa frase: “dime de qué presumes y te diré de qué careces”?

Un ejemplo muy claro de este gran cliché de la imparcialidad es el medio de comunicación más consumido en México, Televisa, quien muestra una máscara de parcialidad en todo momento, cuando en realidad es un medio sumamente tendencioso. Esto lo podemos observar actualmente en la propaganda de candidatos a la presidencia; este medio dice que no miente al informar, pero vaya que omite datos curiosamente trascendentales para la decisión de la sociedad. Omite al máximo, mientras sea posible, información perjudicial hacia los candidatos Enrique Peña Nieto y Josefina Vásquez Mota;  pero si  López Obrador se equivoca al mencionar el precio del boleto del metro, eso sí es noticia, e inmediatamente se le califica como poco conocedor de las necesidades de la sociedad.

Y así como este medio, podemos observar a muchos otros con la esta “mascarita”. Misma que engaña a personas que solo frecuentan dichas fuentes de información, ya sea porque les entretenga el contenido de sus programas o porque no tienen tiempo de llegar al fondo de las intenciones de quien les comunica, o simplemente porque es el medio al que tienen mayor acceso por ser gratuito.

En la actualidad, la “parcialidad” de los medios es un asunto más real que virtual; y no lo digo como si fuera malo, porque en realidad, no me parece que sea negativa la parcialidad en los medios, lo que si considero nocivo, es que engañen a los receptores, haciéndoles creer que les proporcionan toda la información para que ellos tomen la decisión, cuando en realidad, con cada palabra que emiten les mandan una carga de subjetividad para manipular.

Mi propuesta no es que se acabe la parcialidad en los medios, sino todo lo contrario, siempre y cuando se le informe a las personas a que tendencia pertenece el medio; pues de esta manera los receptores de información podríamos hacer un criterio de la información que se nos proporciona dependiendo de donde la escuchemos. O mejor aun sabríamos distinguir cuándo se nos está informando y cuándo esta información está siendo utilizada para  persuadirnos.