Lo que hay que decir

Lo que hay que decir

por Viviana González Gómez.

 

 

Lo que hay que decir: cuando los ojos ven una máscara e ignoran verdaderos rostros

¿Por qué solo ahora lo digo,

envejecido y con mi última tinta:

Israel, potencia nuclear, pone en peligro

una paz mundial ya de por sí quebradiza?

Porque hay que decir

lo que mañana podría ser demasiado tarde,

y porque —suficientemente incriminados como alemanes—

podríamos ser cómplices de un crimen

que es previsible, por lo que nuestra parte de culpa 

no podría extinguirse 

con ninguna de las excusas habituales.

 

-Fragmento

 

“Lo que hay que decir”, 

 

del escritor alemán Günter Grass, 

 

El País, una traducción de Miguel Sáenz.  

 

El poema citado, pertenece al escritor Günter Grass, publicado el pasado cuatro de Abril en el diario Süddeutsche Zeitung de Alemania. En esta manifestación queda expresa su aversión total a las políticas de Israel contra Irán, lo que desató controversias en el país mencionado así como en el mundo alrededor, tratándose pues, de un ex militante nazi. 

El título que doy a este texto propone dos lecturas: por un aparte, cito el rostro de un poeta al que se le recrimina el pasado y se le niega escuchar en el presente. En un segundo momento, hago el señalamiento de que el escritor, paradójicamente,  hace un tratamiento de Israel poco ético. Como una amenaza, como un todo generalizado, el escritor olvida los otros rostros: hombres y mujeres que aman, sienten, viven y que incluso, pueden estar en total desacuerdo con las políticas de su país. 

 

¿Qué rostros se encuentran detrás de un hombre con errores en el pasado y de un país estigmatizado? ¿Tiene derecho una figura pública a expresarse de esta manera de un país? Si nosotros fuésemos ese diario, ¿haríamos una recomendación pertinente al trato de Israel? Y en ese caso, ¿estaríamos limitando su libertad de expresarse? Éste es un caso complejo en donde se pueden ver distintas problemáticas: el derecho a la libertad de expresión del escritor y el derecho al trato digno de Israel al ser mencionado bajo la etiqueta potencia mundial. El mundo compuesto de distintas verdades, de distintas realidades, nos muestra un ejemplo más de lo que un mensaje puede mover en el mundo.