lunes, 14 de mayo de 2012

“MEDIODICTADURA”.

 

“MEDIODICTADURA”

Gabriela Mejía Cruz.

Aunque nos resistamos a creerlo, los medios de comunicación tienen una gran influencia en la sociedad. Ya sea de manera explícita o subliminal, los MMC transmiten el mensaje con toda la intención de persuadir al receptor; digamos que está en su naturaleza.

En lo que se refiere a comportamiento, los medios de comunicación influyen a los receptores con mensajes emitidos principalmente en series y telenovelas, todo esto por el medio televisivo. En dichos programas, se presenta un modo de vida en el que niños, jóvenes y adultos tienen sus respectivas labores y actitudes.

Por mencionar un ejemplo de los valores de comportamiento con los que rompe la persuasión de medios, es el manejar la infidelidad como algo romántico, siempre y cuando haya “verdadero amor” entre la pareja que la practique; este recurso es muy utilizado por las telenovelas.

Los medios también poseen la capacidad de persuadir a los receptores en decisiones más que importantes, trascendentales para  la sociedad; como lo es la política. Este hecho no es ninguna novedad, desde hace ya varios años, los medios de comunicación han logrado mover los niveles de simpatía hacia los políticos; todo esto desde la información que presentan, hasta la manera en que lo hacen.

Por otra parte, los medios de comunicación tienen gran responsabilidad en la creación de estereotipos. Definen tendencias y actitudes supuestamente normales o anormales para cada persona dependiendo de su edad y sexo.

Un ejemplo de cómo estos estereotipos afectan a la sociedad, es la denigración a la mujer. El género femenino se ha visto agredido en repetidas ocasiones por la mayoría de los medios de comunicación; ya sea con estereotipos físicos que crean a una “mujer ideal” con un cuerpo  escultural, de medidas específicas para cada parte de este;  estereotipo en el que las arrugas, canas y kilos extra son sinónimo de vergüenza. También se denigra a la mujer al atribuirle como obligación únicamente de esta, la limpieza del hogar. Y por último, la publicidad que exhibe a la mujer como un objeto sexual.

Es importante que tengamos conciencia de que la  “mediodictadura” es un hecho que existe, y nos afecta como sociedad. Debemos estar muy alertas a los mensajes subliminales que nos llegan como receptores. Pues aunque creamos que no estamos expuestos a caer en esta trampa, podemos encontrarnos atrapados en ella.

 

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Información de la clase de ética de la comunicacion y los medios.

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