Mercadotecnia y consumismo.

 

Mercadotecnia y consumismo

por Roberto Gómez Álvarez.

El mundo se expande a un ritmo alarmante, mientras las grandes corporaciones continúan creciendo, su avaricia nos influye, de manera que consumimos más y más, una vida libre ya no es posible, ¿por qué? Porque un continuo mensaje está sobre expuesto en la estructura de nuestras vidas.

El consumismo es una forma de venderte una ilusión de felicidad y seguridad, por eso pasamos nuestras vidas en deudas para comprar cosas que posiblemente ni siquiera necesitamos. Pero, ¿por qué siempre compramos lo que es nuevo? Será acaso porqué la televisión nos dice que necesitamos uno. Cada casa, cada coche, cada zapato, cada producto está diseñado de manera que lo quieras “Sólo durante una temporada limitada”, incluso tecnología, la cual se vuelve obsoleta en cuestión de meses ¿acaso está hecha para ese fin?

La publicidad nos hace desear carros y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar cosas que no necesitamos, crímenes, asesinatos, pobreza eso no me concierne lo que me concierne son las revistas de celebridades, televisiones con quinientos canales, el nombre de un sujeto en mi ropa interior.

El consumismo es una especie de búsqueda de la felicidad basada en lo que se puede adquirir mediante el dinero, al menos esto piensan los que se satisfacen al gastar dinero en cosas que semanas después, puedan parecerles obsoletas y más aun tomando el cambiante mundo que vivimos no solo en materia de tecnología sino de disponibilidad.

Seguramente algo tendrá que ver con una condición sicológica que estimulan mil y un factores, liderados por la publicidad. “Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco nos hemos dado cuenta” Chuck Palahniuk , ¿cómo te sientes respecto a eso?

¿Quién no ha sido víctima de las ganas de comprarse el nuevo celular de moda?, ese que hace llamadas hasta Marte y que navega en los siete mares y que además tiene la capacidad de abrir tus cervezas. O del último par de jeans, que lleva el nombre de un diseñador que seguramente nunca vio el producto antes de sacarlo al mercado, pero lo vende por 200 dólares. Todos de alguna forma somos blancos de la publicidad, y no está mal, siempre y cuando no lo hagamos un estilo de vida.

Pero como todo en esta vida, existen dos extremos en esta cuerda. De un lado está el que vende y del otro el que compra, la clave es lograr pasarse de un extremo al otro y como muchos, hacerse de un poco de dinero y de paso aprender a no gastarlo tan rápido. Esto seguramente nos dará la estabilidad económica que muchos quisieran.

Entonces, saber usar la publicidad para generarnos ingresos sería mucho más inteligente que caer rendido ante la capacidad creativa de un publicista para hacernos comprar cosas que no necesitamos, “compadecemos a los tipos que se amontonan en el gimnasio intentando tener el aspecto dictado por Calvin Klein o Tommy Hilfiger” Chuk Palahniuk.