Realidad electoral.

 

Realidad electoral

por Pablo Alejandro Arroyo Ibarra.

Si bien el conocer quiénes son los candidatos a los distintos puestos políticos, es una realidad y a mi parecer una burla a la ciudadanía, los números que vemos cuando de recursos para campaña política se trata, hay que entender que es una obligación como ciudadanos el investigar, conocer, e informarse sobre todo lo que ofrece un candidato antes de tomar una decisión tan importante como la que cada vez se acerca en nuestro país.

No se ustedes pero cuando salgo a la calle y veo toda esta propaganda, incluso puesta en lugares donde la necesidad es la palabra que define en su totalidad el lugar, viene a mi mente, ¿es realmente necesario todo esto?, todas las propagandas, papeles, comerciales, camisas, gorras, plumas, alcamonías, y muchas otras cosas que complementan la interminable lista, solo para saber quién es el candidato y que esto no asegura la victoria electoral.

El recortar los presupuestos para las campañas electorales, ¿no sería un buen recaudamiento de recursos para un mejor uso?, no se ahorraría mas si los candidatos en verdad tomaran enserio su papel, fueran a debatir y a expresar sus distintos puntos de vista sobre las necesidades del país, no sobre quien hace las cosas peor que el otro, con esto no quiero decir que todos los candidatos se pongan de acuerdo y trabajen con la misma ideología, al contrario, claro que las diferencias ideológicas son buenas para detectar diversos problemas y verlos con distintas posibles soluciones.

Con estos recursos, ¿no podrían crear y ayudar a tantas personas que lo necesitan?, pero es más importante darnos nuestra calcomanía, nuestra camisa y poner a pelear a jóvenes que no tienen la menor educación política y se aprovechan de su necesidad, no solo de la de ellos si no de la de todos, despensas para quien no tiene que comer, amenaza para el que sabe que lo van a correr, y tantas falsas promesas que solo quedan en palabras.

Pero también así como exigimos que ellos cumplan con su trabajo, así nosotros debemos de exigirnos y cumplir con nuestra obligación de informarnos, de debatir sobre las propuestas y no dejarnos engañar por tantos que solo buscan el bien propio y no de la mayoría, crear una conciencia de educación política en todos sus aspectos desde saber nuestros derechos, nuestra constitución, y la finalidad que persigue el partido, pero más a fondo quien es y que rodea a la persona que nos va a guiar los siguientes 6 años.