domingo, 22 de abril de 2012

¡Ya cámbiense el pañal!

 

¡Ya cámbiense el pañal!

por Gabriela Mejía Cruz.

El otro día me encontraba en casa en compañía de mi esposo e hijo, de repente mi niño de 10 meses comenzó a quejarse. Le preparé un biberón pero no lo quiso; le insistimos con diferentes opciones y nada lo confortaba, solo se quejaba y se quejaba. Diez minutos después de intentar hacerlo sentir bien, recordamos que no le habíamos cambiado el pañal. Me sentí mal por no haber optado por cambiarlo desde el principio e incomodarlo tanto; pensé: “ojala que hable pronto para que pueda expresar su incomodidad y pedir lo que necesite para estar bien”. Pero, pensándolo bien, recordé la situación actual en la que nos encontramos como país y como sociedad, de denigración. Todos sabemos que la política en nuestro país está “podrida”, así como los principios y valores; nos quejamos y pedimos desesperadamente un cambio.

Pero, ¿Será de esta forma como lograremos un México diferente? ¿Pidiendo un cambio?... en mi opinión no basta pedirlo, sino hacerlo. Llevamos muchos años pidiendo que las personas que se encuentran a nuestro alrededor y los que nos dirigen cambien. De cierto modo nos comportamos como bebés; nos la pasamos quejándonos de la situación económica, de los políticos, de la policía, de la falta de ética de los ciudadanos etc. quejándonos y quejándonos, como si no pudiéramos hacer nada, como si no pudiéramos hablar, como si no pudiéramos hacer el cambio…

Nos quejamos de que los demás no cambian, pero tampoco lo hacemos nosotros. Nos quejamos de que nos roban, pero no le decimos a la persona que está bajando del taxi que olvida su celular; nos quejamos de la discriminación, pero volteamos la mirada al ver a un indigente porque “de seguro” nos va a pedir dinero, nos quejamos de la corrupción, pero más de uno a pagado para agilizar un trámite; nos quejamos de la indiferencia, pero vemos a la gente que pide limosna como flojos que no quieren trabajar.

Ya es tiempo de hacer algo, ya no eres un bebé de 10 meses, deja de quejarte porque nadie te va a venir a “cambiar el pañal”, no actúes como si no pudieras hacer nada; deja de estar solo criticando a los que se encuentran a tu alrededor y fíjate más en ti.

El criticar a un candidato ignorante no te hará más inteligente; el decir que los policías son corruptos no te hace mas integro; el no ver a la gente que pide dinero no hará que dejen de tener hambre y definitivamente el no salir a votar no te hará un mejor ciudadano.

Tienes una gran responsabilidad como comunicólogo con tu sociedad, de informarles la verdad de los hechos; pero no basta solo informar, porque la situación, palabras más palabras menos, todos la conocen. Haz el cambio en ti mismo y promuévelo en los demás. Sé que algunos de los que están leyendo esto ya están comprometidos con la sociedad, pero para los que no, espero que no lo tomen como una ofensa, más bien como una motivación. Si no les queda el saco no se lo pongan, pero si les queda, por lo que más quieran, ¡ya cámbiense el pañal!.

 

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Información de la clase de ética de la comunicacion y los medios.